Deseo sentir tu mirada sobre mi cuello, tu mano acariciando la base del cabello, erizando hasta las raíces de mi conciencia mientras todo mi ser se estremece y crece el deseo en mi interior.
Te pienso... Cierro los ojos y me deleito imaginando... El contacto de tu mano en mis senos mientras susurras “mmm...perfectos”... Mi mano se desliza por tu espalda, primero con un suave roce, pero enseguida la uña del índice cobra vida propia y dibuja una linea en tu espina dorsal mientras mi lengua traza espirales en tu cuello.
La uña sobre tu espalda se duplica y ahora son dos, recorren tus omóplatos... Dos uñas, cuatro, diez uñas te recorren marcando territorio, transitando por tu espalda, hacia abajo... las nalgas, los muslos se doblan, me invitan a recorrerlos, pero no, todavía no...
Crece la humedad entre mis piernas, te siento mío, por hoy, por esta noche...
Tus labios de granada se acercan a los míos, los rozan, muerden, besan. Paladeo el sabor a menta y al dejo amargo del deseo, ese que crece entre mis piernas, ese que acrecienta tu centro, que inflama tu lengua... y me susurras amores mientras me besas boca, ojos, cuello...
"No pares", te suplico en mi mente... Te deseo
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