sábado, 10 de octubre de 2009

Por tí perdí mi vestido de dama


Descubrí tu esencia de lobo salvaje tras tu mirada de niño bueno de no haber roto nunca un plato y en tus dulces palabras con las que pedías amor desenfrenado cargado de lujuria, pasión, complicidad... y me entregué a ti...

Con tus besos ardientes y tus caricias apremiantes una tarde de octubre desgarraste mi vestido de dama convirtiéndome así en tú cortesana, en un sofá sin nombre y con historias varias que ardía con el contonear de tu cuerpo y el mío.

Descubrí mi esencia de mujer cuando bailabamos al compás del amor y la pasión en un lecho cualquiera, en cualquier lugar de cualquier tarde...y tu cuerpo y el mio con su desnudez se acoplaban perfectamente...y entre gemidos y gemidos acomodabas tus gustos y mi placer donde el oleaje de ritmos nos llevaba a desgranar nuestra piel y convertir los sonidos en suspiros.

Descubrí que el vestido de dama lo perdí con tus caricias y besos y entre jadeos y suspiros... en cualquier sitio, en cualquier lugar... Me hicistes cabalgar una y otra vez y me convertí en lo que pedías, ser tú cortesana sin paga, que se entrega al mas puro placer por y para ti, para sentir como se convulsionan nuestros cuerpos en una entrega plena entre TU y YO.

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