domingo, 18 de octubre de 2009

Soñar con un beso...



Quien no ha soñado con la suavidad de un beso imaginario que puede ser tan real
como deseamos?

Este es mi sueño... es mi beso...

"El silencio invadió por un momento el espacio, él la contempló, estaba tan cerca que alargando apenas una mano acarició suavemente su cara mientras con la otra retiró los cabellos perfumados que hacían sombra a las estrellas.... esas que no dejaban de brillar sobre el manto de porcelana impía que todo lo cubría...

Ella se giró hacia él con la esperanza de reconocer sus ojos...
La cercanía era inminente...
Ojos con ojos...
Sus miradas se buscaron hasta quedar prefectamente reconocidas en el más ansiado déja vu.
Sus párpados se fueron cerrando sintiendo el roce suave y la tibieza de sus labios.

Labios con labios...
Él con los de ella, ella con los de él.
Ella con los suyos, los suyos con ella.
Sin prisa...
Despacio...

Sus alientos se mezclaron creando un nuevo sabor, más dulce, jamás probado.
El latido de sus corazones, corazones enamorados, se escuchaba en todos lados.
El la abrazaba atrayéndola hacia su cuerpo.
Ella respondió enseguida rodeándole el cuello con sus brazos.

Entre suaves roces y toquecitos de miel besaron sus comisuras con la exquisitez que manaba de ese elixir, apenas rozándose la piel, respirando profundo el extracto...
Acariciando con sus lenguas los labios...
entre beso y beso...
Sin prisa...
Despacio...

Lenguas de fuego que empiezan a arder en la hoguera del deseo por dos seres encendida.
Se complacen mutuamente explorándose,
jugando, subiendo la intensidad de esa unión tan personal...
y sin llegar a más sus labios se separan lentamente,
dejándolos con un hambre voraz...

El reloj vuelve a caminar y sus manos se entrelazan.
Ella se siente en el cielo,
mariposas de colores revolotean por su cuerpo
y a su alrededor solo existe ese beso...
Su piel, erizada aún, es la prueba del triunfo.
El siente mil hormigas recorriendo sus venas
y los latidos fuertes de su corazón aún se ven en su cuello.

Una sensación de paz se respira como si un ángel los envolviera con sus alas...

Son segundos que no quieren que terminen nunca, en los que expresan lo que sienten con sus labios... sin palabras...

Sensaciones de cosquillas que invaden todo el cuerpo...

Simplemente se dejan llevar y olvidan todo lo que puede existir a su alrededor, logrando que ese instante se convierta en su mundo...

Y claro nunca debe faltar después de un buen beso, un buen suspiro..."



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