martes, 29 de septiembre de 2009

Hoy, 29 de septiembre, te regalo un cuento...


29 de septiembre de 2009, Barcelona

Hoy aparentemente es un día normal, como cualquier otro, pero en realidad no es así, no para mi, hace un año que nos encontramos por primera vez, un mediodía en el que estuvimos charlando horas en aquel café del centro, hace un año que al despedirnos después de dos besos cálidos y cordiales me preguntaste si podías darme un beso de verdad... Recuerdo con precisión cada detalle de ese primer beso y aun hoy conservo el mensaje en el que 5 minutos después me decías que tenía unos labios deliciosos...

Desde ese momento, de un modo u otro, formas parte de mi vida, formas parte de mi.

Un año, que comparado con otras relaciones de muchos años, no es nada, apenas un suspiro... pero es MI suspiro...

Hoy como cada día me he despertado pensando en ti y he pensado qué podía hacer por ti, para ti…enviarte un sms? Un mail? No, demasiado simple, demasiado común.
Te escribo una vez más. Me gusta escribir y desde que te conozco a ti me gusta escribirte cada día. Esta carta podría ser una más de las que se quedan conmigo o quizá sea de las que un día vea la luz, tal vez algún día te la envíe, puede que algún dia llegue a ti…tal vez hoy..

Hoy como cada día me he levantado pensando qué podía hacer por ti, algo especial, que te guste, que te llegue al corazón, que te llene, que te trasmita lo que siento y que te haga sonreír… y que mejor idea que regalarte, escribirte otro cuento? Yo y mis cuentos…

Podría ser un paseo por el parque, una canción a medio hacer…una carta de amor, un café en nuestra plaza favorita o un truco de magia sin ensayar apenitas...

Pero no, quiero que sea un cuento, otro más…

No para después de hacer el amor ni para que nos echemos de menos. No para que suene el campanario de la catedral con redoble de campanas celebrando nuestro amor inexistente ni nada por el estilo, nada de eso…

Te escribo este cuento para que puedas hacerlo tuyo, dibujándole una narizota, un barco, una flor o una mariposa…

O para que lo compartas con tus amigos, con tu gente...o con la gente de la ciudad.

Para que elijas la canción que te apetezca que suene de fondo mientras lo lees.

Yo tengo mis razones para escribirte y tu tienes las tuyas para leerme, es por eso que quiero regalarte este cuento, para que puedas llevarlo contigo, doblado en el bolsillo o entre las páginas de cualquier libro.

Para que cuando te enfades conmigo puedas estrujarlo y hacer con él una pelota de papel, arrojarlo por la ventana y mirar complacido cómo se lo lleva el viento o lo atropella un camión.

Para que lo fotocopies mil veces y le entregues una copia a quien más te apetezca. Para que envuelvas con él una manzana o para colgarlo en tu pared.

Para que le claves alfileres los días en los que me matarías por mi pesadez o mis torpezas, o para que lo dejes sobre tu mesita de noche como tu oración de cada día.

Te escribo este cuento improvisado, de esos que empiezas a escribir sin pensar y no sabes ni cómo ni cuándo acaban.

Te regalo mi sonrisa mas pura y mi sentir verdadero y aún a riesgo de poder ser acusada de actuar con alevosía y premeditación y aunque puedan encontrarse muchos más agravantes, te regalo mi hoy, mi mañana, mi vida para que te cueles en ella y me espíes de noche. Para que me veas sin que te vea. Para que me cuides un poquito sin que yo lo sepa.

Te regalo una idea, quizá el concepto más hermoso, un lugar vacío en el que busquemos la manera de encontrarnos.

Te regalo un cuento que habla de sentimientos, de ti, de mí, de nosotros, de peleas, de miedos y hasta de las ilusiones que creamos juntos…Y sin contar las mil travesuras que en ocasiones me gustaría hacer contigo.

Un cuento que habla de mí misma mientras me imagino tu habitación desde lo alto del cielo, antes de lanzarme en picado sobre tu almohada y antes de estrellarme en tus brazos para no despegar jamás… Y cuando digo jamás, me refiero al jamás de los jamases…

Te regalo el kit completo de cariño. Te regalo un cuento indefinido, sin pies ni cabeza, sin trama ni desenlace final, sin argumento y sin actores de reparto. Sin moraleja. Y si la tiene que tener que sea de amor y que sólo tu la conozcas…

Un cuento en donde lo único que tu necesitas es apagar la luz, cerrar los ojos y la puerta de tu habitación, no necesariamente en ese orden, porque lo importante es que tu sueñes con que yo estoy a tu lado y te leo el cuento pegadita a tu oído para lograr que tu te olvides de todos los problemas. Sólo para quererme quizás un poquito más durante cinco minutos, para hacérmelo saber de una manera u otra, con un beso, un abrazo o una caricia…

Te regalo un deseo para llenarte de unas ganas locas de reír y de que salgas corriendo en busca de mis besos, de mis abrazos, de mis caricias, que siempre sientas la necesidad llamarme, de escribirme, para que siempre me pidas que apague la luz y cierre las puertas y ventanas antes de echarnos a dormir todos los días, abrazados… y entonces empieces a leer el mismo cuento que estás leyendo ahora...

Y ojalá no podamos dejar de amarnos cada noche, para contarnos el mismo cuento TODA LA VIDA.

Un cuento para llevarte de viaje, y para que se lo leas a tu hijo y también a todo aquel que ande por las calles y los parques, para que así conviertas en testigos vivos de nuestro cariño a todo aquel que quiera escuchar, que se conviertan en testigos de nuestro propio cuento que empezó ya hace un año…

Te regalo este cuento, no va envuelto en papel de colores, ni lleva etiquetas de "espero que te guste"

Te regalo este cuento que habla de ti y de mí, de nosotros, que puede leerse cualquier día del año, a cualquier hora, sea cual sea tu estado de ánimo o tu deseo de hacer las cosas.

Estés dónde estés…

Es por eso, por todo eso, que hoy te regalo este cuento...... con mil dulces besos...

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