lunes, 12 de abril de 2010

Desaparecer...


Amar... desaparecer...
Es dejar de ser sin más...sin razón de ser... es dejar de ser para ser mucho más...
Es no verse a uno mismo si no en el reflejo del otro.
Es perderse en los recovecos de la memoria hasta preguntarse: ¿cómo podía vivir yo antes sin ti?

Amar... desaparecer...
Es caminar sin tocar el suelo.
Es levitar... Es flotar...
Es volar y montarse en una nube y mirar la vida desde arriba superando el vértigo que da tantas veces vivirla.

Amar... desaparecer...
Es abrir las ventanas y juguetear con el viento fresco que entra en ráfagas para acariciar tu cara.
Es cerrar los ojos y dejarse mecer suavemente por la brisa de la mañana.
Es colarse de puntillas en tu vida y llenarla de sonrisas, con las tuyas y las mías.
Es vivir en verano, dejando que el sol caliente la piel igual que lo hacen tus manos cuando me acarician.

Amar... desaparecer...
Es fundirse en un abrazo con la persona amada y desaparecer entre el abrigo de esos brazos, tus brazos...
Es aliarse con un beso y hundirse en la calidez de sus labios, tus labios...
Es perderse en su mirada, tu mirada... y desaparecer en el abismo que refleja en ellos su alma, tu alma...
Es flotar, juntos de la mano, por un mundo creado por y para los dos...
Es sucumbir, disolverse, disiparse, desvanecerse, enlazarse, forjarse, infiltrarse, renacer, resurgir...
Desaparecer...junto a ti...

Amar es, sin duda, desaparecer pues es entregarse en cuerpo y alma a la otra persona...a ti...
Es compartir y no partir.
Es perder el miedo a perder.
Es andar el camino que está aun por crear.
Es darlo todo sin pedir nada y arriesgarse a morir en el intento...
Es apostar por la felicidad.

Amar es desaparecer...

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